«La
filosofía debe ser estudiada, no por las respuestas concretas a los problemas que plantea, puesto que, por lo
general, ninguna respuesta precisa puede
ser conocida como verdadera, sino más bien por el valor de los problemas mismos;
porque estos problemas amplían nuestra imaginación intelectual y disminuyen la seguridad dogmática
que cierra el espíritu a la investigación.»
«El
hombre que no tiene ningún barniz de filosofía va por la vida prisionero de los
prejuicios que se derivan del sentido común, de las creencias habituales en su tiempo y en su país, y de
las que se han desarrollado en su espíritu
sin la cooperación y el consentimiento deliberado de su razón.»
«La
filosofía, aunque incapaz de decirnos con certeza cuál es la verdadera
respuesta a las dudas que suscita, es capaz de sugerir diversas posibilidades que amplían nuestros
pensamientos y nos liberan de la tiranía de
la costumbre.»
BERTRAND
RUSSELL
«La
palabra griega “filósofo” se formó en oposición a “sofós”. Se trata del amante del conocimiento, a diferencia de aquél
que, estando en posesión del conocimiento se llama sapiente o sabio. Este sentido
de la palabra ha persistido hasta hoy: la busca de la verdad, no la posesión de
ella, es la esencia de la filosofía, por
frecuentemente que se la traicione con el dogmatismo, esto es, con un saber
enunciado en proposiciones, definitivo, perfecto y enseñable. Filosofía quiere
decir ir de camino. Sus preguntas son más
esenciales que sus respuestas, y toda respuesta se convierte en una nueva
pregunta.»
KARL JASPERS
«Todos
los hombres y todas las mujeres son filósofos, o, al menos, mantienen ciertas ideas que constituyen
prejuicios filosóficos. La mayor parte de
estas teorías son prejuicios que inconscientemente dan por sentados o que han absorbido de su ambiente intelectual o de
la tradición. El hecho de resultar teorías
acríticas y que nadie las examine de forma racional, no impide que tengan una gran importancia para las acciones
prácticas de la gente y para su vida
entera. Una justificación de la filosofía profesional reside en el hecho
de que los hombres necesitan que haya quien
examine críticamente estas extendidas e influyentes teorías. Este es el inseguro
punto de partida de toda ciencia y de
toda filosofía. Ambas deben partir de las dudosas y a menudo perniciosas
concepciones del sentido común acrítico. Su objetivo es el sentido común crítico e ilustrado: una concepción más
próxima a la verdad y con una influencia
menos perniciosa sobre la vida humana.»
KARL POPPER
«Por
aquel entonces algunos de los que estaban en el poder llevaron a los tribunales a mi amigo Sócrates, a quien
acabo de referirme, bajo la acusación
más inicua y que menos le cuadraba: en efecto, unos acusaron de impiedad y otros condenaron y ejecutaron al hombre
que jamás consintió ser cómplice de
ninguna injusticia, viniera del bando que viniera. Al observar yo cosas como éstas
y a los hombres que ejercían los poderes públicos, así como las leyes y las costumbres, cuanto con mayor
atención lo examinaba, al mismo tiempo
que mi edad iba adquiriendo madurez, tanto más difícil consideraba administrar los asuntos públicos con
rectitud. [...] Por otra parte, tanto la letra
como el espíritu de las leyes se iba corrompiendo y el número de ellas
crecía con extraordinaria rapidez. De
esta suerte, yo, que al principio estaba lleno de entusiasmo por dedicarme a la política, al
volver mi atención a la vida pública y verla
arrastrada en todas direcciones por toda clase de corrientes, terminé por verme
atacado de vértigo, y si bien no prescindí de reflexionar sobre la manera de poder introducir una mejora en ella, y en
consecuencia en la totalidad del sistema político, sí dejé, sin embargo, de
esperar sucesivas oportunidades de intervenir activamente; y terminé por
adquirir el convencimiento con respecto a todos los Estados actuales de que
están, sin excepción, mal gobernados; en
efecto, lo referente a su legislación no tiene remedio sin una
extraordinaria reforma, acompañada
además de suerte para implantarla. Y me vi obligado a reconocer, en alabanza de la verdadera filosofía,
que de ella depende el obtener una
visión perfecta y total de lo que es justo, tanto en el terreno político como en el privado, y que no cesará en sus males
el género humano hasta que los que son
recta y verdaderamente filósofos ocupen los cargos públicos, o bien los que ejercen el poder en los estados
lleguen, por especial favor divino, a ser filósofos en el auténtico sentido de
la palabra.»
PLATÓN
El
significado de la filosofía política, y su grado de interés, es tan evidente
hoy como lo fue siempre desde su aparición en la filosofía ateniense. Toda
acción política está encaminada a la conservación o al cambio. Cuando deseamos
conservar tratamos de evitar el cambio hacia lo peor; cuando deseamos cambiar,
tratamos de actualizar algo mejor. Un pensamiento sobre lo mejor y lo peor
implica, no obstante, el pensamiento sobre el bien. Y la reflexión sobre el bien constituye el núcleo
del pensamiento filosófico.
LEO STRAUSS
.
¿Qué
voluntad debe tener quien quiere hacerse filósofo? Debe animarle la voluntad
doble de encontrar la verdad y de no reposar en ella.
EUGENIO D’ORS
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